Actualmente, existen lentes de contacto para casi todos los problemas visuales capaces de adaptarse a las necesidades del usuario y con la garantía de una comodidad duradera hasta el final del día.
La evolución que ha experimentado las lentillas durante el último siglo ha propiciado la aparición de lentes de contacto de hidrogel de silicona, de lentillas multifocales que corrigen la presbicia e incluso de unas lentes de contacto de última generación que imitan la superficie de la córnea humana para ofrecer la máxima adaptación y confort a lo largo de la jornada, y en un futuro, no muy lejano, las «lentes inteligentes» no solo se podrán corregir defectos en la visión, sino que además podrán monitorizar diferentes procesos crónicos.
Google y Novartis colaborarán para desarrollar una «lente inteligente» que tenga el potencial de tratar enfermedades oculares. Interesan sobretodo dos áreas:
- Ayudar a pacientes diabéticos con su enfermedad proporcionando una medida continua y mínimamente invasiva de los niveles de glucosa en sangre.
- Ayudar a las personas con presbicia proporcionando una corrección acomodativa de la visión que ayudará a restaurar el autofoco natural del ojo sobre objetos cercanos.
Las lentes de contacto también podrían ser actores principales en la revolución 3D. Un equipo de la Universidad de Princeton, dirigido por el profesor McAlpine, ha realizado una verdadera proeza técnica: crear un lente de contacto de visión 3D, utilizando una impresora 3D.
Gracias a la nueva técnica de impresión se pueden superponer hasta 5 capas con diferentes materiales y así crear una nueva tecnología de visualización, que permitirá mejorar la visión de contenidos como las películas en 3D, rayos X y también sería capaz de modelizar objetos, es decir, la lente sería capaz de escanear un objeto que posteriormente deseásemos recrear vía una impresora 3D.
Cada una de las 5 capas de la lente de contacto tiene sus propias características, creando una lente menos voluminosa y más agradable para el usuario.
La primera da la forma a la lente y contiene los circuitos integrados. La segunda lleva la corriente a la tercera y la cuarta capa, la cual está compuesta de nanocristales, que no son sino pequeños LEDs que va a crear la famosa visión 3D. La última es una capa protectora para el ojo.