En nuestros centros le brindamos al paciente la confianza y seguridad de sentirse como en casa, es por ello que nuestro equipo atenderá en todo momento las necesidades de cada paciente de forma personalizada dándole la mejor solución auditiva para cada caso.
En primer lugar realizaremos un estudio auditivo completo en nuestra cámara insonorizada, esta estudio suele tener una duración aproximada de 40 minutos y se compone de varias fases, todas imprescindibles para obtener unos resultados fiables.
El protocolo de trabajo en nuestros centros es el siguiente…
Fase 1. Anamnesis o entrevista al paciente.
Es una de las fases más importantes. Con ella conoceremos, además del estado de salud, la dificultad para escuchar sonidos, el estilo de vida de cada persona y sus gustos estéticos entre otras cosas. Con esto podremos conocer las expectativas de cada uno de nuestros pacientes para poder ofrecerle la solución que mejor se adapte a ellos, ya que cada persona tiene unas necesidades diferentes.
Fase 2. Otoscopia.
Tras la entrevista realizaremos una exploración del oído externo y la membrana timpánica con el videotoscopio, con esto podremos identificar cualquier irregularidad en el oído de nuestro paciente (perforaciones, tapones de cerumen, supuraci
ones…).
La otoscopia es imprescindible para anticipar posibles inconvenientes que podamos encontrar en el estudio audiológico y la posterior adaptación del audífono.
Fase 3. Umbral mínimos de audición (Audiometría).
Con esta prueba podremos saber cuál es el nivel, umbral o perfil mínimo de audición. Se realiza en una cabina insonorizada y con auriculares. Con estos auriculares conoceremos la conducción aérea, es decir, la transmisión del sonido con normalidad a través del sistema auditivo. Consiste en indicar a qué intensidad mínima se escucha un pitido a diferentes frecuencias. De esta manera podremos identificar a qué volumen y tono no se escuchan bien los sonidos.
Fase 4. Umbral mínimo del nervio auditivo.
Esta prueba se realiza con un vibrador apoyado justo detrás de nuestra oreja, en el hueso. Al igual que en la prueba anterior, el paciente deberá indicar a qué intensidad mínima escucha un pitido a diferentes frecuencias. Con esto conoceremos la respuesta del nervio auditivo y podremos clasificar la pérdida auditiva. Si no hay problemas de oído externo o medio el perfil de esta prueba debe de coincidir con la del umbral mínimo de audición.
Fase 5. Comprensión del habla.
Esta prueba nos indica si los sonidos llegan de forma clara o distorsionada a nivel cerebral y sirve para saber si con una ayuda auditiva la persona conseguirá entender mejor. Se realiza en la cabina insonorizada y consiste en presentar unas listas de palabras a diferentes intensidades que el paciente repetirá. Mientras, el audioprotesista irá apuntando y representando en una gráfica los errores cometidos.
Con esta prueba conoceremos la calidad de audición que podemos esperar de cada oído con una ayuda auditiva y así el audioportesista podrá aconsejar o no la adaptación de esta ayuda.
Fase 6. Pruebas complementarias.
En caso de ser necesario y siempre que el audioprotesista lo crea oportuno se realizarán pruebas complementarias para obtener un mejor diagnóstico.
Fase 7. Diagnóstico.
Una vez conozcamos los resultados el audioprotesista le explicará al paciente de una forma clara cuál es su problema, en caso de que exista, y cuál es la mejor solución en cada caso teniendo en cuenta las necesidades de cada paciente, tanto estéticas y sociales como económicas.
Fase 8. Adaptación.
Una vez elegida la mejor ayuda auditiva, ésta se programa y se adapta al paciente. Se realizan pequeños ajustes en función de las necesidades del paciente, para que lo lleve de la forma más confortable posible. El paciente podrá probar el audífono, durante 30 días y sin compromiso, en su ambiente habitual, en donde es consciente de sus dificultades auditivas. Transcurridos esos 30 días el paciente decidirá si adquirir los audífonos o no. Durante estos 30 días se irán haciendo los ajustes oportunos mediante 1 visita de control semanal (o más si el paciente lo requiere).